Hace 5 años llegó a mi vida la enfermedad, y con ella experimente el miedo, la irá, la culpa y la tristeza.
Emociones que no entendía hasta el día que me diagnosticaron que estaba enferma.
Posteriormente empecé a tratar de erradicar mi enfermedad y hacer que desapareciera de mi cuerpo, pero no paso.
Así que comencé a comprenderla, a preguntarle porque y para que había llegado a mi vida.
Dejé de luchar contra ella, me hice su amiga y entendí que me estaba enseñando, a disfrutar más del ahora a no ser esclava del tiempo, a valorar la salud y la vida. Y mi principal enseñanza a soltar el control y dejar que todo fluyera, la acepte como parte de mi vida, confiando que Dios la había colocado en mi vida para transformarte.
Entonces los sentimientos iniciales que tenía por ella también cambiaron y empecé a seguridad, confianza y Fe.
Aprendí a comprender más a mis pacientes como seres humanos.
Y entendí que la enfermedad era la mejor maestra que había llegado a mi vida para transformarme en todo mi ser.
Ayer cerré un ciclo, pues nos separamos a través de un procedimiento quirúrgico ya no tenía miedo.
Ella mi mejor amiga y maestra en este tiempo ya se iba, pues su alumna ya había aprendido.
Aprendí a vivir a través de la enfermedad.
Gracias a Dios y a la Dra Adriana Obyrne por acompañarme en este proceso.